Dos aficionados del Portsmouth, equipo que milita en el Championship inglés, fueron sancionados con tres años sin poder asistir a partidos de fútbol tras intentar colarse en un encuentro de alta rivalidad. Los hermanos Kane y Dale Green, de 29 y 31 años, idearon un plan arriesgado para acceder al derbi de la costa sur entre Southampton y Portsmouth, un partido cuyas entradas estaban completamente agotadas.
Con la intención de pasar desapercibidos, ambos se disfrazaron como miembros del personal de seguridad. Vestían chalecos fluorescentes y portaban un dispositivo de radio en el pecho, intentando mezclarse entre los trabajadores destinados al operativo del encuentro. Sin embargo, una hora antes del inicio del partido, el engaño fue detectado por el equipo de seguridad, que rápidamente los identificó y expulsó del recinto.
Los dos aficionados fueron vetados y multados por el Portsmouth
Los hermanos, seguidores declarados del "Pompey", se declararon culpables de fraude por hacerse pasar por autoridades y por intentar acceder al estadio sin autorización. Además de la prohibición de entrada durante los próximos tres años, cada uno deberá cubrir aproximadamente mil libras en costos legales derivados del proceso judicial. Durante el juicio, explicaron que su plan solo sería ejecutado si no lograban encontrar entradas de reventa en los alrededores del estadio.
Tony Rowlinson, jefe de policía involucrado en el caso, calificó la acción como "un plan ridículo", señalando que la intención de entrar de manera ilegal era evidente por la indumentaria que portaban. Destacó que los hermanos no contaron con la vigilancia y profesionalismo tanto del personal de seguridad del club como de los oficiales presentes, quienes notaron rápidamente la ausencia de acreditaciones oficiales y frustraron su intento.
