Paul Pogba vuelve a jugar después de dos años de espera

Tras cumplir su sanción por dopaje, superar problemas físicos y mantenerse sin minutos oficiales desde 2023, Pogba disputó sus primeros minutos con la camiseta del Mónaco.

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Paul Pogba vuelve a jugar después de dos años de espera / FUENTE: OneFootball

El regreso de Paul Pogba a la competición profesional marcó uno de los momentos más emotivos de la jornada en Europa. Después de 779 días lejos de los terrenos de juego, el centrocampista francés volvió a pisar el césped en el Roazhon Park, enfundado en la segunda equipación del Mónaco y con el número 8 a la espalda. Ingresó al partido en el minuto 84, con su equipo perdiendo por 4-0 ante el Rennes, pero fue recibido con una cálida ovación que reflejó el reconocimiento del público a su largo y complicado camino de vuelta. Fueron apenas once minutos, aunque cargados de simbolismo para un futbolista que no se rendió ante la adversidad.

El recorrido hasta ese instante estuvo marcado por la suspensión por dopaje que lo apartó de la actividad desde septiembre de 2023, cuando militaba en la Juventus. Tras un proceso legal y disciplinario que incluyó un contraanálisis positivo y una sanción inicial de cuatro años, Pogba vio reducida su condena a 18 meses gracias a la intervención del Tribunal de Arbitraje Deportivo, que consideró que no hubo intención en la ingesta de la sustancia. Sin contrato en Turín y con un futuro incierto, encontró en el Mónaco un nuevo punto de partida para su carrera, un club que confió en él incluso antes de que pudiera volver a competir.

El regreso de Paul Pogba

Su debut con el equipo del Principado también significó, curiosamente, su primera aparición en la Ligue 1, una competición que nunca había disputado pese a su extensa trayectoria en el Manchester United, la Juventus y la selección francesa, con la que fue campeón del mundo en 2018. Su entrada al campo llegó en medio de un duro escenario para su equipo, que había sufrido una expulsión y varios goles en contra, pero Pogba se instaló de inmediato en el centro del campo, buscando sumar ritmo y recuperar sensaciones. Con él en el terreno de juego, el Mónaco logró al menos descontar un gol, sellando el 4-1 final.

Más allá del resultado, la imagen de Pogba arrodillado sobre el césped, hablándose a sí mismo y reflexionando sobre su travesía, quedó como un símbolo de resiliencia. Él mismo había confesado en su presentación con el Mónaco que soñaba con volver para que sus hijos lo vieran jugar y celebraran sus goles. Su retorno, tras meses de esfuerzo físico y mental, representa un nuevo capítulo en su carrera y una esperanza para un Mónaco que necesita recuperar competitividad. Para Pogba, estos primeros minutos son apenas el inicio de una segunda oportunidad en el fútbol que tanto ama.