Brian Murphy, un alto funcionario estadounidense de inteligencia reveló que la Casa Blanca le ordenó dejar de reportar sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de noviembre y resaltar, en cambio, los esfuerzos de intromisión de China e Irán, según su denuncia difundida este miércoles.
Murphy, parte de la oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Interior (DHS), aseguró que el jefe interino del DHS, Chad Wolf, le ordenó en mayo pasado “dejar de proveer análisis de inteligencia sobre la amenaza de interferencia rusa en Estados Unidos”.
El funcionario agregó en su denuncia que Wolf le indicó que se “concentrara en informar sobre la interferencia de China e Irán”, y que la orden venía “directamente” de Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump.
“Informante”
Esta denuncia fue elaborada bajo el formato de “informante”, que permite a un funcionario normalmente sujeto a confidencialidad dar a conocer una conducta manifiestamente ilícita.
Según las agencias de inteligencia estadounidenses, Rusia interfirió en las elecciones de 2016, en beneficio de Trump, cuyo equipo de campaña ha sido acusado de colusión con Moscú.
Tras una larga investigación, que envenenó la primera mitad del mandato del multimillonario neoyorquino, el fiscal especial Robert Mueller explicó que no había encontrado “pruebas suficientes” de un acuerdo entre Rusia y el equipo de Trump, pero describió una serie de presiones preocupantes sobre su investigación.
Según la denuncia presentada el miércoles, a Murphy también se le habría pedido modificar un documento oficial de la inteligencia estadounidense sobre los grupos de supremacía blanca “para atenuar la peligrosidad de esta amenaza e incluir información sobre la importancia de los grupos violentos de izquierda”.
*Con información de AFP