Para la edición de diciembre de Rolling Stone, Adele de 33 años habló sobre cómo finalmente cedió para hacer amigos de alto perfil, después de años de resistirse a acercarse a otras celebridades.
Dos de sus conocidas amigas ahora son sus vecinas, ellas son Nicole Richie y Jennifer Lawrence.
“Me humanizaron porque había evitado hablar con alguien que alguna vez fuera famoso en cualquier capacidad, porque yo estaba como, ‘Bueno, no soy famoso’. Soy muy británica así “, explicó Adele.
“Nunca hablamos de trabajo, lo cual fue increíble, porque la mayoría de las veces, cuando me pongo al día con alguien, quieren saber todo sobre mi trabajo, y yo digo, no quiero hablar de eso. ¿Podemos hablar de otra cosa? Estoy hecho polvo”, agregó.
Otro aspecto de su vida social en Los Ángeles al que se refirió la cantante de “Hello” fue el de las citas, después de que su muy publicitado divorcio con Simon Konecki finalizara a principios de este año.
“Duré cinco segundos [saliendo aquí]”, bromeó. “¡No puedes prepararme una maldita cita a ciegas! Yo digo, ‘¿Cómo va a funcionar eso?’ Habrá paparazzi afuera y alguien llamará a DeuxMoi, ¡o como sea que se llame! No está sucediendo”, aclaró.
En cuanto a la realización de su cuarto álbum de estudio, 30, que se lanzará la próxima semana, Adele explicó que el proceso a menudo implicaba una “sesión de terapia de seis horas” antes de que comenzara la grabación. El álbum 30 de Adele está programado para lanzarse el 19 de noviembre.
Luce espectacular
Para esta edición de Rolling Stone, Adele prefirió ser más natural y utilizar menos maquillaje, del que habitualmente utiliza. Además, posó desde su cama con lo que cautivó a sus millones de fans alrededor del mundo.
“Es una Diosa”, “Su belleza es espectacular”, “Es evidente que siempre ha lucido hermosa, estoy seguro que no tiene cirugías en su rostro”, “Es un ángel”, fueron algunas reacciones de sus seguidores.
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